Por primera vez y con el permiso del Búho, me voy a permitir cambiar la estructura de esta reseña, pues me envolvió de tal manera que, creo que me he extendido demasiado. He intentado ser exhaustiva en mi análisis, como siempre, pero también he querido plasmar lo que he sentido al leerla. Me siento bien, después de haberlo hecho.
En cuanto a los DATOS TÉCNICOS y la SINOPSIS, os enlazo la página de amazon. Podéis consultarlo ahí.
MI OPINIÓN:
Se han dicho muchas cosas de esta novela, a pesar de que se
acaba de publicar y, claro, no puede haber sido leída por quienes lo dicen. Es
la 2ª parte de Púnica; la misma historia, pero vista por él; una repetición con
otro narrador. Pues no: Romano no es nada de eso.
Romano es, en su parte primera, la visión de Marcus de la
misma historia que Mar Yam nos contó en Púnica. Pero evidentemente, no puede
hablar de los sentimientos de ella, de la historia de la cartaginesa antes de
conocerse, de la relación con sus hermanos y padres o de los avatares que
sufrió la africana cuando fue vendida y revendida. Lo que sí nos cuenta, que no
encontramos en la anterior novela, es su propia historia. Todo lo que aconteció
antes de conocerla, todo lo que sufrió
por la pérdida de su esposa e hijo, su relación con su amigo Vibius y su
fidelidad al gobernador de la República.
En una segunda parte, encontramos el resto de la historia
vivida entre nuestros protagonistas. Con una mayor importancia a otros
personajes secundarios, evidentemente, la narración cambia por completo, pues
el lector se ve obligado a interpretar y disfrutar de las acciones que
sucedieron en el pasado y las que están aconteciendo en el momento.
Y todo ello coronado por un final absolutamente inesperado.
Aunque seas una persona que gusta de adivinar lo que ocurrirá, garantizo que,
en el caso de Romano, no será posible.
El argumento de la novela es muy lindo. A quienes les gusta
la histórica, pueden aprender disfrutando los últimos años de Iulius Caesar y
la república. También se pincelan los primeros acontecimientos de un imperio
que está pronto a brotar. Aquellas personas que leen romántica, pueden
disfrutar de una preciosa historia de amor en la que los sucesos externos hacen
discurrir como una terrible montaña rusa de sentimientos y emociones. Si eres
mujer, puedes querer ser Mar Yam, aunque también puedes pensar que es idiota en
algunos momentos; puedes amar a Marcus y también llegar a querer matarlo; y
también puedes… Lo siento, no puedo hacer spoiler. Si eres hombre, comprenderás
mucho mejor un modo de ser y actuar que, en algunos momentos, puede parecer
maltrato, vejación o violencia; pero que es perfectamente comprensible si
recordamos que todo sucede alrededor del 50 a. C.
La fuerza, la personalidad y la humanidad de los personajes
principales está perfectamente lograda una vez más. Y otra característica de
las obras de Alex García es el gran peso que tienen los secundarios. En este
caso, su amigo y compañero Vibius, que ya se perfiló como tal en Púnica, pero
que en Romano adquiere una gran importancia. Tanto es así que merecería una
novela sólo para él. Lástima que Alex haya decidido no volver a escribir
histórica.
Sobre esto último, no es un género que haya leído demasiado
y, en cualquier caso, hace ya tiempo que no lo hago. Pero es imprescindible
destacar la labor de investigación y documentación que Alex ha llevado a cabo
para tal fin. No sólo por los datos históricos que maneja, pues demasiadas
personas identifican a Iulius Caesar como un emperador romano, cuando él nos
recuerda que el Imperio aún no existía. Tampoco por la cantidad de costumbres y
vocabulario que nos enseña. A este respecto, doy fe no sólo de la
documentación, sino del estudio de expresiones y declinaciones latinas para nombrar
los objetos y cosas. Pero algo que la mayoría de la gente no se da cuenta es de
la dificultad que tiene escribir una novela con la imposibilidad de usar
términos o conceptos que aún no existían en ese tiempo, como por ejemplo, los
minutos o segundos. Alex cubre estos últimos con suspiros y latidos.
¿Y para el uso de lenguaje actual? Pues también: no tanto en
vocabulario, cuanto en puntuación, por ejemplo. Viéndose obligado a revisar
todo el texto para discriminar entre las comillas españolas y las inglesas,
según el contenido de lo escrito, en cada momento.
Por todo esto, creo que es una de las mejores novelas
actuales en lengua castellana. Alguien me recordó hace un par de días que no
debo decir “la mejor”, aunque lo piense. Se la recomiendo no sólo a quienes
disfrutan con la histórica, o con la romántica, o incluso con la erótica, pues
también toca este género; por supuesto a TODOS los lectores de Alex García, que
demostraron ser muchos cuando salió “La Esencia”; yo creo que deben leerla todos
aquellos que quieran leer buena literatura, pues lo es. Sin duda, la mejor que
he leído.
Buenas tardes Mary Ann , no pude decir nada sobre la novela pq la desconozco , pero si sobre tú reseña , creo que si la mitad de los editores se forzaran en publicitar de la manera que tú lo haces , seguro que sus escritores serian super ventas.. te felicito la manera como defiendes la novela , solo por eso merece la pena tenerla en cuenta , por como la describes quizás abra que leer la primera parte , pues nada hay mucho verano para hacerlo ,enhorabuena tanto al escritor como a ti por dedicarnos tan amplia reseña , que tenga mucho éxito y muchas ventas un fuerte saludo .
ResponderEliminarMuchas gracias, Campirela. Qué más quisiera yo que ser editora de Alex. Gracias por tus palabras. La verdad es que creo todas y cada una de las que yo he escrito. Disfruta de Púnica y después, de Romano. No te arrepentirás. Un beso.
EliminarFantástica reseña Thelma y me apunto los dos libros para leer tanto Púnica como Romano, por tu opinión, y yo me fío de tu criterio debe ser un gran libro. A mi particularmente la histórica me gusta mucho.
ResponderEliminarPor otro lado si para ti es "la mejor" nadie debe ponerlo en duda. Para gustos los colores.
Felicidades a ti por tan buena reseña y aconsejarnos su lectura y Álex por escribir dicho libro.
Gracias por tus palabras, Dolors. Como ya he dicho, creo cada una de las palabras que he escrito. Disfruta de Púnica y de Romano. Un beso fuerte.
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